Hoy, día lluvioso, me he levantado con una sensación rara. Sería inútil intentar explicar en qué sentido, pero las energías de este 29 de febrero -que sólo se digna a aparecer cada cuatro años- me están haciendo vivirlo de manera especial.
Dicen que las ranas van saltando de charca en charca buscando el mejor lugar para recitar sus 'serenatas’ de media noche. Este blog pretende dar rienda suelta a esta incontinencia verborreica nocturna. Un cajón desastre de sensaciones, pensamientos, historias cotidianas y locuras que responde al puro ejercicio hedonista de escribir y compartir unos textos sin orden, mesura ni grandes pretensiones.
miércoles, 29 de febrero de 2012
martes, 14 de febrero de 2012
Cóctel hormolotov
Buzzzzzz, buzzzzz, buzzzzzz…. son las 7 de la mañana, impertinente y brusca manera de avisar a Laura que es hora de levantarse para no llegar tarde al trabajo. Sin apenas fuerza, sin ser consciente, eleva su brazo izquierdo automáticamente para activar el snooze (sueñecito). “Cinco minutitos más, cinco minutitos más”. Se da media vuelta, se tapa con la sábana hasta la nariz y adopta una solvente posición fetal. Esta noche no ha dormido bien, parece como si su cuerpo estuviera inquieto, como si le estuviera advirtiendo de algo que no le va a gustar.
viernes, 3 de febrero de 2012
Arte como antídoto al olvido
Aún corriendo el riesgo u orgullo de ‘tacharme’ de feminista (no me
gustan las etiquetas), tengo que admitir que el hecho de que el Museo de Arte
Moderno de Medellín (MAMM) dedicara por completo sus instalaciones a una
artista me EMOCIONÓ profundamente. Estamos acostumbradas a que pintoras de la
talla de Frida Khalo, Tamara de Lempicka
o Georgia O’Keeffe tengan ese lugar privilegiado en el mundo del arte, pero
raramente te encuentras con un museo (o un curador/a) que apueste firmemente
por una mujer.
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